miércoles, 30 de diciembre de 2015

Dejar volar lo único que queda: los recuerdos

Son casi la 1:00 am, y mientras hago tiempo para que el sueño venga a mí, me he puesto revisar los archivos de mi Pc; un desorden total, el escritorio de la computadora casi lleno, archivos por aquí y por allá... El intento de ordenar y depurar carpetas y archivos me ha llevado, sin darme cuenta (o tal vez de manera inconsciente), a aquella carpeta que lleva por título las iniciales de nuestros nombres; son tantos álbumes, tantas fotos, tantos momentos, tantos recuerdos. Casi tres años y medio en fotografías, recuerdos de momentos que se fueron volando con el tiempo, con la distancia, con las lágrimas, con los rencores, con las mentiras, con las desilusiones, y con el olvido. He mirado cada foto, una por una, he repasado cada momento, experimentado sentimientos encontrados, de amor y dolor, pero en varias fotos ha sido inevitable que se me dibujen sonrisas en el rostro, recordando los buenos tiempo. Y, es así como hoy decido recordarte, como muchos hermoso y eternos recuerdos, que son parte de una gran e intensa historia de amor. 

Hoy ya no hay pena, no hay añoranza, no hay dolor, hoy ya ni siquiera hay rencor. Hoy puedo decir que ya todo está bien, hoy puedo decir que por fin me he liberado de mis fantasmas y demonios, y se que también hoy tu lo estas; ambos estamos libres de todo aquello que nos hizo prisioneros estando juntos. Hoy ya todo está zanjado, curado, perdonado y olvidado, hoy solo toca dejar volar lo único que quedaba: los recuerdos, hoy toca eliminar la carpeta. Hoy que la vida nos ha dado la oportunidad de volver a empezar y ser felices, quiero que sepas que en mí, siempre quedará gratitud hacia ti, por todo aquello que en su momento me diste, y por todo el aprendizaje que nuestra historia nos dejo; el aprendizaje de errores que no deben volver a comer, el aprendizaje de cómo amar, y de como no amar. Siempre estaré deseando lo mejor del mundo para ti. Hasta siempre.



jueves, 20 de noviembre de 2014

Mis días sin ti


Y aquí estoy nuevamente,
esclavo de esta rutina que tanto amo y odio a la vez,
durmiendo de cinco a once, cenando a media noche,
deambulando en madrugada.
Aquí estoy yo nuevamente,
refugiado en mi cueva,
en mi libros, en mi música.
Perdido en mi laberinto,
en mis pensamientos, en mis recuerdos,
en mi nostalgia, en mi soledad;
lamiendo mis heridas,
esas que casi ya no duelen.

Aquí estoy yo, 
una vez más sin ti.
Pero esta vez, hay algo diferente
a la veces anteriores en que nos perdimos,
algo que hace que todo duela menos;
y es que esta vez tengo la certeza de querer quedarme así,
viviendo mis días sin ti.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Setiembre


Te recibo con nostalgia por una ciudad que ya no es mía,
por una niñez pasada,
por amistades perdidas, ausentes y lejanas.

Te recibo con la tristeza y el dolor que causa 
un adiós que se acerca,
y las lagrimas en los ojos de personas amadas.

Te recibo con una visita al mar,
con conversaciones conmigo mismo,
con reproches a mis yo.
Con la culpa de errores cometidos
y oportunidades perdidas.

Te recibo temeroso,
con ese miedo que nos genera la vida en días como hoy.
Te recibo sabiendo que eres solo un tiempo más
entre otros tantos tiempos malos que la vida traerá.

1 de Setiembre, 2013

miércoles, 17 de abril de 2013

Quiero ser el hombre que soy




No quiero ser un hombre más de los tantos que hay. quiero ser más que un constructo social, más que un compuesto biológico de cromosomas XyY. No quiero sentirme hombre por el simple hecho de poseer un pene, de tener bello en el pecho o barba en la cara; quiero ser un hombre capaz de permitirse sentir y de expresar sus sentimientos y emociones sin miedo o vergüenza a lo que los demás puedan decir o pensar.  Un hombre que sueñe, como lo hacen muchos otros, pero que se atreva a ir detrás de sus sueños, como solo se atreven unos pocos. Un hombre que cuando se sienta triste, preocupado, desolado se eche a llorar haciendo a un lado ese “los hombres no lloraran” impuesto por la sociedad. Un hombre capaz de conmoverse y derramar algunas lágrimas, o muchas, mientras mira una película, oye una canción o lee un poema, sin necesidad de contenerse. Un romántico que no tenga miedo de caer en la cursilería, un hombre que disfrute de dar detalles pero también de recibirlos, al que le hace feliz recibir rosas blancas, chocolates, cartas o tarjetas de su amada. Un hombre que ame apasionadamente sin miedos ni reparos. Pero que no solo se apasione al amar, sino también al oír  al mirar, al pensar, al hablar, al escribir, al actuar, un hombre que se apasione por todo lo que pueda sentir, pensar o hacer, un hombre apasionado al vivir. Ese es el hombre que quiero ser, el hombre que soy.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Lo que tengo de ti


Para cuando este triste;
tengo en mi mente tu sonrisa,
para alegrarme el alma.

Para cuando necesite un poco de suerte,
o tal vez algo de compañía,
llevo en mis ojos la fotografía de tu mirada
como un mágico talismán.

Para cuando necesite fuerzas,
tengo grabado en mis oídos
la melodía de tu voz, como aliento
para cuando el aliento me falte.

Para cuando solo quiera recordar,
te tengo a ti,
como el recuerdo más corto,
el más dulce, el más bello...

jjvasmo